Reflexiones del poema «No te salves» de Mario Benedetti

Imagen de Mario Benedetti

La terapia es siempre un pacto entre dos personas adultas y autónomas.

Escuchando el poema del admirado y ya fallecido poeta uruguayo Mario Benedetti, comparto con él su ferviente deseo de incentivar al cliente a que se atreva a ser el que realmente es. Benedetti no era psicoterapeuta como yo, y por lo tanto pone condiciones, al final del poema, a una eventual relación con un otro u otra dispuesto a salvarse de su propia verdad.

Quisiera subrayar aquí que la terapia no es un lugar desprovisto de condiciones. Ninguna relación entre adultos lo es. La terapia individual está sujeta a un marco, a unos límites y a unos acuerdos pactados entre la terapeuta y el/la cliente o clienta al principio del proceso.

Creo que negociar los límites de la terapia, enmarcarla (precio, horario, lo que sí se puede y no se puede esperar de ella), la hace predecible y nos da una sensación de seguridad y un anclaje.

El marco y los límites, se convierten en la polaridad que paradójicamente nos abre a un amplio abanico de posibilidades de experimentar libremente con lo que emerge en cada sesión terapéutica.
Además y a diferencia del poeta, conmigo sí pueden contar los clientes. Ahí estoy si me necesitan.

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